Quiénes Somos

Las mieles de montaña de Miel Llaría se producen en nuestras colmenas de la sierra de La Rioja, a medio camino entre la Sierra de la Demanda y Los Cameros, en los montes de Anguiano y del valle de Tobía.

Los colmenares permanecen activos desde 1980. Con el cambio de siglo, nos acogimos a la producción ecológica. El manejo de las colmenas, de los asentamientos, y la calidad de la miel, están sujetos al Reglamento (CE) 834/2007 sobre agricultura ecológica.

NUESTRA HISTORIA

Hacia 1980, Ismael Llaría instaló su primer colmenar en el paraje de Escarzosa, en Anguiano, al pie del hayedo. Entorno habitual de pastoreo durante siglos, las viejas parcelas aparecían colonizadas por espliegos, mejoranas, brezos y biércol. Un paraíso para las abejas durante el corto verano en la montaña.

Poco a poco el colmenar creció, hasta llegar a la docena de asentamientos de hoy en día, situados en un radio de quince kilómetros alrededor del enclave original. Todos estos colmenares tienen características comunes: alejados de las poblaciones y de la actividad agrícola convencional, y a una altitud adecuada para la producción de las mieles de brezo de montaña (entre 1000 y 1400 metros).

Hoy en día, María Jaime y Jesús Llaría continúan gestionando estos mismos colmenares para obtener la misma calidad reconocida en las mieles.

Hace ya más de dos décadas que practicamos apicultura ecológica de acuerdo al reglamento europeo. Toda la producción de Miel Llaría está supervisada por la Autoridad de Control de la producción ecológica de La Rioja.

Desde los primeros días hasta hoy, hemos estado implicados en el desarrollo de nuestro sector, participando activamente en la capacitación y el asociacionismo apícola, agrario, el vinculado a la producción ecológica, y el artesano. Ya en 1992 Ismael Llaría publicó junto a Antonio F. Cuevas su “Apicultura sostenible”, un pequeño manual que en parte anticipaba el modo de entender la apicultura en nuestros días.

NUESTROS PRINCIPIOS

Nos desenvolvemos en un territorio bello, pero duro. Colmenares alejados y aislados, en laderas escarpadas. Inviernos crudos, primaveras a menudo frías y con lluvias prolongadas; también inoportunas sequías. Ningún año la cosecha de miel está asegurada, y esto nos deja como única opción practicar buena apicultura.

Con el objetivo de obtener la mejor miel posible en un territorio muy limitado, éstos son los principios que rigen nuestra actividad:

  1. Apicultura ecológica, miel bío.
  2. Sin productos químicos de síntesis, ni dentro ni fuera de las colmenas. La miel se produce en colmenares alejados de cualquier actividad agrícola o industrial. Las plagas se controlan sólo con medios orgánicos.
  3. Respeto al ciclo natural de las abejas. Invernadas reales. Sin sobrealimentación artificial.
  4. Respeto al producto. Miel cruda, sin procesado térmico, sin homogeneizar.

En conclusión: manejar enjambres sanos y fuertes en un espacio natural inalterado, para obtener una miel excepcional.